Kalina
Existe una leyenda muy antigua que es propia de mi país, Ucrania, y la escuché justo cuando tenía 10 años y aún estaba estudiando en quinto en Chernivtsi, un pueblo en el que vivía toda mi familia. Fue cuando yo estaba con mis amigas en un parque muy conocido llamado “Parque central" que lleva el nombre de "T.Shevchenko”, con un gran fuente y atracciones para los niños, y en el cual cada semana se hacía un concurso de 3 ganadores.Yo participé junto con mis amigas, ya que nos pareció muy interesante y queríamos ganar el regalo, que era una guirnalda de Kalina ( un género de plantas de flores, siendo kalina su denominación en ruso y ucraniano, Viburnum en castellano) en forma de corona que estaba atado también con otras flores que caracterizaban mi país. Cuando participamos en aquel concurso, se nos acercó una mujer que parecía pobre, de ojos azules y de cabello gris, largo y rizado, que llevaba un vestido negro de manga larga y un amuleto rojo de cristal que reflejaba su brillo en mis ojos. Esta mujer nos pareció muy extraña, ya que no paraba de mirar hacia nosotras y justo cuando mis amigas se fueron a por el regalo, ella se acercó rápidamente y con una sonrisa me dijo:
-Buenos días moza- acercándome la mano para saludar.
-Buenos días- le dije con mi voz asustada.
-¡Qué guapa eres!- dijo ella mientras me miraba a los ojos con esa sonrisa que me pareció un poco extraña.
-Gracias- le contesté.
-Habéis ganado una guirnalda de kalina, ¡felicidades!- me dijo otra vez con esa sonrisa.
-Muchas gracias- le contesté al mismo tiempo cuando me miraba.
-Escucha, te quería contar lo que más se aprecia en kalina y su origen, que creo que te despertará cambiándote en una persona más valiente y decidida. Es la que cambio mi vida totalmente, ya que yo también la he vivido con lo más importante que he tenido en mi vida… ya te darás cuenta…
"En un pequeño pueblo llamado Holinka (Ucrania) donde vivían las personas más amables y amorosas de todo el mundo en aquel tiempo, vivía una chica, Oksana, que era muy bella, de ojos azules y pelo rubio, y siempre se vestía con un vestido bordado de flores ucranianas tenía todo el pueblo, ya que era propio de este país. La chica tenía una buena familia patriótica y siempre la apoyaban en todo.Un día su padre le dijo:
-Oksana, hija mía, ¿cuándo te casarás?, que ya te haces mayor- le dijo con una voz fuerte, limpiando sus botas.
-Oksana, hija mía, ¿cuándo te casarás?, que ya te haces mayor- le dijo con una voz fuerte, limpiando sus botas.
-Padre, esto se me hace muy difícil- le contestó ella muy deprimida.
-Mira que casi todas las chicas del pueblo ya tienen una pareja y tu no puedes decidir- le dijo enfadado, acercándose hacia ella.
-No padre…,me casaré muy pronto, te lo juro- dijo Oksana con la cabeza hacia abajo.
-No te deprimas tanto Oksana, que yo solo quiero que seas feliz- hablando con una voz más suave y acariciándole la mano.
En este pueblo, en aquel momento, se casaban muy jóvenes y Oksana no encontraba su “amor ideal”. Cada año celebraban una fiesta ucraniana donde se juntaba todo el pueblo. En esta, jugaban juegos, saltaban a través del fuego y los jóvenes que estaban solteros buscaban pareja. Oksana estaba en un grupo de sus amigas y ellas también eran solteras y saltaban juntas a través del fuego. Este era un juego que era el símbolo del amor. Una amiga siempre le picaba diciendo:
-Oksana, tienes que saltar más rápido y así a lo mejor encontrarás lo que buscas- le dijo María mientras se reían todas.
-¿Qué quieres de ella, aún no tienes suficiente con lo tuyo?- le contestó con la cabeza bien alta una amiga suya, Nataliya.
Se acercaron unos chicos hacia ellas y un rubio con ojos de color del mar con una sonrisa, no paraba de mirar a la mesa donde estaba sentada Oksana. Oksana y aquel chico se intercambiaban miradas y al final hablaron:
-Vente conmigo a saltar a través del fuego- le dijo Sasha, el que no podía quitar su mirada de ella.
-¿Por qué me estás mirando tan raro?- le preguntó ella sonriéndole.
-Esto es muy difícil de decir y la verdad es que… esta sensación nunca la he tenido…- dijo él, agarrándola fuerte de la mano.
Y se fueron…. y pasó algo increíble entre ellos, lo que nunca había sentido, tan fuerte y espontáneo que ni siquiera se habían dado cuenta, lo que más esperaban y lo que el corazón deseaba. Entre ellos se creó una fuerza que les unía hasta que se chocaron los dos corazones.
Pasaron los años y Sasha siempre deseaba sorprender a su amada con un regalo. Un día muy soleado en Holinka, Sasha planteaba un camino para encontrar el regalo a Oksana y se cruzó con un desconocido, el cual le dijo:
-¿A dónde vas tan lejos, joven mozo?- le preguntó descargándose del saco de trigo.
-A un lago, allí en aquella montaña- señalándole el lago de Holinka.
-¿Qué quieres buscar en este lago tan grande?- otra vez le preguntó, cargándose de nuevo con un saco negro de trigo.
-Estoy buscando un regalo que sorprenderá a una persona muy especial para mí- dijo Sasha tomando el camino hacia aquel lago.
-Ten cuidado…
Llegando a la montaña, otra vez se cruzó con un viejo que llevaba pantalones rojos con una camiseta negra y una botas con perlas, y este le murmuró en la oreja:
-No vayas al lago, que es muy peligroso- dijo aquel dichoso, corriendo.
Sasha ni siquiera se giró y siguió su camino.
Llegó al lago y con el calor que hacía en verano, este se desnudó y salto al lago. Alguna fuerza extraña le empujo hacia abajo y se le cerraron los ojos. Cuando se despertó, no sabía donde estaba y qué había pasado, pero vió a un hombre de barba larga y blanca igual que su cabello, vestido con un vestido azul y botas largas azules, cuya mano sostenía un tridente formado por dos palos unidos entre sí a través del nudo de kalina, que caracterizaba su poder.
-Ten el regalo- le dijo aquel hombre dirigiéndole una guirnalda de kalina.
-¿Quien es usted? ¡No entiendo nada!- gritó Sasha con su voz tan fuerte, aunque ya ni siquiera tenía fuerzas.
-Soy el rey de este lago y me he enterado de que tienes una persona especial, bastante especial para ti, y he decidido darte este regalo que es una guirnalda de kalina, el símbolo del amor infinito.
-Perdonad por mis palabras y… muchas gracias. El regalo, lo estaba deseando de encontrar y además tan precioso como este… gracias Neptuno- dijo Sasha vistiéndose con la ropa nueva también regalada por Neptuno.
Tomó el camino.
Cuando llegó a la casa donde vivían juntos, por fin le pudo regalar algo especial, algo tan deseado y en lo que había tenido que esforzarse, además de tener tanto aprecio hacia esta persona tan especial.
Como dijo Neptuno, kalina significaba el amor infinito y lleno de esperanzas.
Y así fue..."
Comentarios
Publicar un comentario